martes, 17 de junio de 2008

Charlando a Piglia

“…Primera tesis: un cuento siempre cuenta dos historias…El cuento clásico narra en primer plano la historia 1 y construye en secreto la historia 2…”

Un cuento puede asemejarse a la vida misma en varios aspectos. Hay una historia, que es el resultado de años de construcciones/reconstrucciones de hechos, situaciones, charlas, vivencias, sentimientos, experiencias, etc., etc. Todos estos momentos, con los años, van formando a la persona en todos sus aspectos. Ese cúmulo de vivencias sería la historia completa, que solo el poseedor conoce por completo (sobre esto tengo mis dudas, pero por ahora lo dejamos acá). La historia del sujeto es una construcción/reconstrucción de la realidad mediatizada por el mundo y todo lo que ello implica.

“…Lo que es superfluo en una historia, es básico en la otra…El cuento es un relato que encierra un relato secreto…”

Una persona, al relacionarse con otras, elije qué partes de su historia contar, dependiendo del ámbito y las personas que operen en él. Así, en la familia hay cosas, historias, vivencias, anécdotas, pensamientos, etc. que mueren en otros círculos, por ejemplo, las amistades. Un amigo nos conoce de una manera que, por lo general, no es la misma que la manera que nos conoce la familia. Mamá puede decir: mi hijo es un pan de dios, y el hijo, con los amigos, molestan al paralítico de la esquina, roban caramelos en los kioscos y pinchan las ruedas de los autos. Sin embargo, en la familia el nene es obediente, tranquilo, respetuoso y amable. Por tal motivo, cuando familia y amigos se conjugan en un mismo lugar, se produce en la persona una contradicción. El sujeto no puede equilibrar las tensiones que demandan cada una de sus antagónicas maneras de comportarse y entra en crisis de personalidades. No sabe como comportarse.

En determinados ambientes las personas seleccionan que parte de su historia comparten. Sin embargo, jamás es la total. Sin embargo, se pueden hacer inferencias, más del tipo subjetivas, y aclarar ciertos comportamientos que parecen no tener demasiada coherencia con lo que se dice. Pienso en una relación de pareja, en los primeros encuentros. Las personas rara vez se muestran tal cual son. Es una estrategia lógica. Pero no es la verdad, entendiendo como verdad a la historia completa. Entonces entramos en qué es la verdad, dado que la verdad es la historia completa, y ésta no es más que la construcción/reconstrucción de la realidad mediatizada por un mundo que es propio y ajeno a la vez. La verdad entonces no es más que una parte de la verdad entre tantas otras verdades. Historias 1 y 2 se mezclan todo el tiempo, toda la vida, siempre hay algo más que está oculto y que solo nos podemos aproximar mediante conjeturas poco fidedignas, puesto que esas conjeturas y demás inferencias son también parte de una construcción/reconstrucción a medias y mediada.

“…lo más importante nunca se cuenta. La historia secreta se construye con lo no dicho, con el sobreentendido y la alusión…”

La historia oculta en las distintas relaciones, sin embargo, no puede ser sostenida por largo tiempo y de manera completa. Quizás la historia 2, para usar la terminología de Piglia, jamás sea descubierta por completo. Sin embargo la pared que las divide tiene fisuras que permiten la mixtura de ambas historias, gracias a las cuales la historia 2 se va colando en la historia 1. En ese momento la historia 1 ya no es más la historia 1, sino que es la 1 más una parte de la 2, que da como resultado la historia 1 y ½. Que es el cuento, que es la vida y sus historiales de relaciones, nunca completas, nunca acabadas, pero que permiten ir construyendo algo así como una enciclopedia de la vida que jamás será la única, verdadera e inmodificable.

1 comentario:

Celia Güichal dijo...

He pasado por aquí, leo tus reflexiones, una buena base para desarrollar,
saludos,
Celia