jueves, 12 de junio de 2008
No tan distintos
Ya no es posible pensarte. Ya no te recuerdo, aunque te siento, por acá. Nada se te parece, pero todo me recuerda a ti, tan bonita, tan pequeña, pies pequeños, gente pequeña, casas pequeñas, memoria pequeña. Yo soy inmenso. Claro, soy un gringo, por lo alto, por la ropa, por la tonada, por lo raro, lo feo y somos todos iguales y somos todos gringos, quien más quien menos. Una cultura que se mezcla, que no se entiende a sí misma, que se parece a la mía, que es la tuya, pero tampoco es tan tuya. En un choque automovilístico, alguien tendrá mayor o menor culpa, mayor o menor incidencia, mayores o menores daños, pero ninguno sale ileso. A uno le pagará el seguro del otro. Para ése el choque pasa a ser una anécdota. El otro que se joda. Veamos quien tiene la culpa. Quién está en falta. Lo cortamos en pedacitos. Indio de mierda. Gringo asnu, pero que linda camisa, que linda mujer, que hermosos ojos y el brillante y tus dólares. Lleve, anímese, es artesanal. Reproductores de cáncer. Cada día un nuevo caso. Vende, compra, compra-venta, basta de trueque, en nombre del progreso, indio bruto, andáte, cerró el ingenio, a casa. Es manual, todo artesanal. Lleve, de regalo. Gracias, prefiero un plato de comida. Lomito con queso, jamón, tomate, panceta y aderezos. Papas grandes. Una coca. Son siete, posta. Uno, dos, tres, cuatro, cinco…son cinco…ah seis y siete, si, son siete. Sacáme una foto. ¿Ahí salgo? Dale mecha. ¿Quién te corre? Me chupa un huevo todo. Muero contento, hemos vencido al enemigo. ¿Hemos vencido al enemigo? ¿Hemos vencido? ¿Hemos? ¿De qué lado estás, chabon? De acá, de éste. Pero ese ya es este y este es ese y ese y ese. Yo soy esto pero quiero ser eso. En parte lo soy, no somos tan distintos, solo para lo que nos conviene. Ahora somos iguales. Ahora no. Vamos a ver cosas nuevas. Me aburro. Vamos yendo. La misma mierda.
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